19 de marzo de 2010

"PUNTO PELOTA" O EL NEOLIBERALISMO DISCURSIVO DEL FÚTBOL



El fútbol es un juego altamente estructurado que posee un conjunto de reglas que objetivan y norman su práctica. Dentro de esta estructura los jugadores tienen la posibilidad de desplazarse y crear subjetividades, es decir, crear movimientos particulares y propios que hacen que  los jugadores sean vistos como individualidades al servicio de un colectivo (el equipo). Así, hablamos de Maradona, Pelé o Messí como sujetos dotados de cualidades que a veces nos seducen, maravillan o cautivan,  y en otras, nos defraudan, decepcionan o disgustan. Es sobre esas cualidades acerca de las que los fanáticos del fútbol generan una enorme cantidad de discursos acerca de la práctica del fútbol.  Por otro lado, están los medios de comunicación de masas, en especial la televisión, que se han posicionado como instituciones que mediatizan las transformaciones socioculturales que se desarrollan en las sociedades posmodernas.

Ahora bien, la producción discursiva que realizan en los programas de televisión dedicados a comentar el fútbol “transforma el acontecer futbolístico en un texto y lo pone en el formato del evento espectacular”.(1) Se construye entonces, toda una serie de  discursividades que, a sabiendas o a ciegas, positivan en la pantalla un conjunto de ideologías, prácticas y saberes que, en última instancia, subyacen bajo la creencia que sólo estamos hablando de fútbol. Por lo tanto, al hablar de fútbol inevitablemente también dejamos entrever otras manifestaciones que se encuentran arraigadas en los sujetos y por extensión en la sociedad en su conjunto.
Es evidente que hoy en día la práctica del fútbol profesional se ha transformado en un evento mediático, esto es, “una realidad futbolística instituida y creada por los medios (en especial la TV, aunque no exclusivamente), que hegemoniza resignificando los planos tradicionales en que se había desarrollado el fútbol”.(2)  El fútbol mediático es ese fútbol-mercancía, donde los criterios del mercado se constituyen como el factor más relevante en la articulación del evento deportivo, es decir, “el mercado y los medios han impuesto el criterio de la rentabilidad a corto plazo, el éxito inmediato y el costo mínimo”.(3)

A partir de esos criterios, que no son otros que los criterios del capitalismo neoliberal, se elabora toda una circulación inacabable de oferta de espectáculos, informaciones y productos futbolísticos que transitan en los medios. Este es el caso del programa Punto Pelota de la señal Intereconomía de España y que sale al aire de domingo a jueves pasada de la medianoche. El programa, que posee una escenografía que busca simular el camarín de un equipo de fútbol, está compuesto por un presentador, una mujer (que lee los mensajes de texto que envían los teleespectadores) y seis o siete contertulios, en su mayoría periodistas deportivos mezclados con algunos ex-futbolistas. El formato del programa se estructura como una suerte de debate en donde se discuten puntos de vista con respecto a determinadas jugadas, partidos, etc. Ahora bien, la forma en que los discursos de los panelistas adquieren sentido dentro del programa, se estructuran, en su mayoría, bajo una mirada mercantil de la actividad en el que futbolistas y entrenadores son inscritos bajo criterios mercantiles, y los hinchas son reemplazados por el ideal del espectador-consumidor.

Así, los discursos acerca del fútbol que emergen desde los medios de comunicación de masas, se configuran como máscaras modernizadas de la implantación neoconservadora. Se apela al progreso, a la eficiencia e incluso a la moral para glorificar un capitalismo radical “sin más ley que la del beneficio máximo, capitalismo sin freno ni disimulos pero racionalizado, llevado al límite de su eficacia económica gracias a las formas modernas de dominación”. (4) De ahí que el fútbol como pasión dominante, se constituye en un espacio discursivo donde sintetizar la ideología neoliberal “que hace del dinero la medida de todas las cosas, del valor de los hombres y las mujeres en el mercado de trabajo y en todas las dimensiones de la existencia”.(5) 

(1) Eduardo Santa Cruz. 2001 “Mediatización y vida cotidiana: el caso del fútbol” En Investigación y crítica Nº 7, Santiago de Chile: Universidad ARCIS, p. 35.
(2) Ibíd.: 42
(3) Ibíd.: 42
(4) Pierre Bourdieu. 2002. Pensamiento y acción. Buenos Aires: Libros del zorzal, p. 30.
(5) Ibíd.: 35.

3 comentarios:

silvrich dijo...

Para comentar recurro a una cita libremente traducida de Cornel Sandvoss (A game of two halves: football, television, and globalisation, 2003.)
"En su análisis neo marxista Brohm (1978) identifica el deporte como una manifestación de la sociedad industrial burguesa. Para Brohm, la estructura jerárquica vertical del deporte reproduce la estructura social del capitalismo burocrático, con su sistema competitivo de selección, promoción, jerarquía y avance social. Así, el deporte y la recreación han servido para reporducir las estructuras capitalistas de dominación."

Guille Chiliztli dijo...

El deporte - como campo - relacional de juego social(Bourdieu) o como un dispositivo biopolítico de juego (Foucault), lo interesante, siempre en el juego, es la performatividad singular del actor-jugador, su capacidad de anticipar la jugada, la lógica del juego que se va desplegando.Pero mas interesante me parece la reflexión del articulo sobre las interpretaciones del juego, los discursos y las mediaciones posibilitadas por la estructura del juego y de la mediación discursiva del juego, que es otro juego....o algo asi....jajaj

Saludos.

Leonardo Český dijo...

Estimado Guille:

Me parece interesante la idea de performatividad singular, aunque la singularidad se encuentra delimitada por un conjunto de reglas y estructuras estructurantes (Bourdieu). Por otro lado la referencia a una biopolítica que usted hace también nos abre interesantes caminos para el análisis del fútbol, en tanto vínculo con el cuerpo y con lo que Foucault ha llamado las tecnologías del sí y cómo esas tecnologías se articulan dentro de la complijidad de unas Mallas del Poder.
Saludos...